Detrás de toda la discusión que subyace a la materia que el proyecto regula se encuentran de una lado los grandes beneficios terapéuticos que se intuye pueden derivarse de estas técnicas: mejora de la calidad y la expectativa de vida de los ciudadanos y aumento de bienestar, y de otro, los grandes intereses económicos de las empresas farmacéuticas y de biotecnología. Y junto a todo ello las posturas que defienden la dignidad del embrión de sus estadios iniciales que no admiten su creación artificial para su consiguiente destrucción ni siquiera por razones basadas en potenciales beneficios para la humanidad.

Existen incertidumbres éticas y jurídicas que parece conveniente sean resueltas en una norma, y ésta pretende construirse sobre los principios de la integridad de las personas y la protección de la dignidad e identidad del ser humano en cualquier investigación biomédica. Por eso, en su tramitación hemos sostenido que es un proyecto equilibrado en línea con los principios éticos. También, y en esto me he hecho asesorar ya que mi formación es jurídica, creemos que se sustenta en bases científicas sólidamente fundadas, y es adecuado al estado actual de la ciencia.

Para el adecuado control de lo que se regula, la ley crea diversos órganos colegiados a los que reconoce una función especialmente cualificada a partir de la imparcialidad, independencia, capacidad técnica y competencia profesional que se exige a sus miembros. Son los Comités de Ética de la Investigación, la Comisión de Garantías para la Donación y Utilización de Células y Tejidos Humanos, el Comité de Bioética y el Banco Nacional de Líneas Celulares adscrito al Instituto de Salud Carlos III. Pareciéndonos bien el control ético y científico, en la forma de articular estos órganos inicialmente se observaba una importante centralización en el reparto institucional de funciones. Y a este aspecto dedicamos la mayor parte de nuestras enmiendas. Debo confesar que la tramitación del proyecto se ha hecho en un ambiente de enorme receptividad por parte del grupo mayoritario y con aportaciones de todos los grupos, incluido el Popular, más reacio a la filosofía de la propuesta.


En la actualidad queda la tramitación en el Senado, pero cabe afirmar que el grueso de las pretensiones que hemos sostenido como Grupo Vasco, de acuerdo con el Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco, se encuentran ya introducidas en el texto.