El mensaje del rey de España evidencia que Juan Carlos de Borbón sigue sin ver la situación real del Estado español, y esa situación real es la existencia de un conjunto de naciones en el seno de un Estado.

El rey de España se ofrece a ejercer de intermediario para la resolución de algunos problemas de convivencia. En el caso catalán, esa invitación de intermediación llega tarde. No nos consta que el jefe del Estado español haya ejercido esa labor cuando ha tenido ocasión de hacerlo, que han sido varias, todas desaprovechadas.

El rey de España invita a los partidos políticos a renovar y actualizar las relaciones entre las diferentes sensibilidades del Estado español, en clara referencia a Catalunya. Desde luego, en el PNV no vamos a aceptar una reforma de la Constitución de corte gatopardiana, en la que se cambien únicamente las formas para que el fondo siga siendo el mismo.

El rey de España se ha olvidado de Euskadi. Invita a afrontar con generosidad y comprensión hacia el otro la actualización de las normas de relación y convivencia, pero esa generosidad podía habérsela exigido también a las instituciones del Estado a la hora de afrontar el final del conflicto vasco. Pese a que Euskadi enfila ya el tramo final del proceso violento y de la organización terrorista, el rey de España ha perdido una gran oportunidad de pedir esa generosidad también en este asunto al Gobierno de Mariano Rajoy, que no ha dado un solo paso en materia penitenciaria, no ha adoptado ninguna de las medidas flexibles que le permite la actual legislación.

El rey de España habla de un compromiso de transparencia y ejemplaridad, y aquí también, a su edad, llega tarde. Juan Carlos de Borbón ha tenido muchos años para haber podido practicar esa transparencia y esa ejemplaridad, sin necesidad de haber esperado a la tramitación de una Ley de Transparencia que algunos partidos políticos no querían que alcanzara también a la Familia Real, pero que finalmente le afectará. También hemos echado de menos este año aquello de que "la Justicia es igual para todos". Habría estado muy bien que precisamente este año hubiera renovado aquella declaración.